lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Orgasmo, eyaculación o ambos?

Muchos de nosotros mientas estamos con nuestra pareja febrilmente en la cama, pensamos después de los cinco o seis primeros minutos: “¡Dios, quiero correrme ya!”. Esto sucede porque, por lo general, la experiencia que nos supone eyacular, es tan intensa que eclipsa la experiencia que nos proporciona el orgasmo, haciendo que no podamos distinguir entre ambas.


La eyaculación no es más que un simple reflejo que ocurre en la base de la columna y da como resultado la expulsión del semen. Aunque en ella se distinguen dos fases: la contráctil, en la que la próstata se contrae y vacía el semen en la uretra, y la fase de expulsión, en la que el semen es expulsado por la uretra fuera del pene.


Por su parte, estudios recientes han demostrado que el orgasmo es fundamentalmente cosa del cerebro; puesto que se ha logrado, mediante la estimulación a través de electrodos de ciertas zonas cerebrales, producir un placer sexual equivalente al producido por la estimulación física. Pero el orgasmo, también influye en nuestro cuerpo, provocando efectos tales como contracciones involuntarias del esfínter anal, aumento del ritmo respiratorio y cardíaco, y una elevación de la presión sanguínea.


En Oriente, los taoístas (antiguos médicos chinos preocupados tanto por el bienestar físico como por la satisfacción sexual) han sabido desde hace mucho tiempo que el orgasmo afecta a todo el cuerpo y, por ello, desarrollaron técnicas para extender el placer orgásmico. De hecho, en uno de los muchos escritos de estas teorías nos podemos encontrar con la siguiente sentencia: “Muchos hombres se quedan fríos ante la idea de un orgasmo sin eyaculación porque llevan mucho tiempo, a veces décadas, viviendo el sexo con eyaculación. Lo primero que tienen que hacer es desmitificar ésta, ya que no es más que un espasmo muscular involuntario”.


Hermanos, tenemos que probar algún día esto de separar el orgasmo de la eyaculación, porque imaginaros como será el poder f…. tantas veces seguidas como uno quiera, teniendo la misma sensación que cuando eyaculamos (que ahora coincide más o menos con cuando tenemos el orgasmo), pero sin eyacular y, por tanto, sin que nuestro, y también de ellas, juguete decaiga en calor y dureza.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Preston eres un máquina. Un abrazo!!!

Joako dijo...

hey pero qué tenemos aquí!!!!!!!!!

Menuda biblia del conocimiento!!!

Ya tienes un nuevo fan.
Qué tal por alemania, por cierto sabes que estoy aprendiendo a hablarlo?..

un abrazo

Duncan dijo...

No sólo es un máquina, es un máquina sexual!!!

Oye preston que es un helicóptero birmano?? Tendrías que acalar el porqué del título xDDDDD, tienes ya una argolla en el techo? Qué opinas de 2 girls 1 cup? Espero que tarde o temprano resuelvas estas dudas en el blog

un abrazo