miércoles, 31 de diciembre de 2008

Hoy es noche de sexo. Voy a devorarte, nena linda

Nos guste o no el reggaeton, el 31 de diciembre se convierte, al igual que el día del apagón de Nueva York, en una noche propicia para que las parejas, de hecho o hechas esa misma noche, se vayan a la cama a disfrutar de lo que aquí nos concierne, el sexo.

Y es que la Navidad es una época de reencuentros. Todos vivimos fuera de nuestra casa, y para las navidades volvemos “al pueblo” a estar con nuestras familias. Allí vemos a nuestros amigos de la infancia, a nuestros ex, a la camarera cachonda del bar de copas, etc.

Pero cualquier excusa es buena para que, estando ya a 1 de enero a las seis de la mañana, vayamos, copa en mano, a hablar con esa rubia que hace año y pico que no sé de ella y que, por tanto, tendrá mucho que contarme…

Nuestro objetivo, una vez más, es lograr pillar esta noche. Muchas veces se piensa que como es Nochevieja, todas quieren “lío”. Si a esto le añadimos el factor copazo, pensamos que va a ser cosa fácil. Pero esto no es así. Ellas son más fuertes que nosotros en ese aspecto. Se pueden ir a sus casas tranquilamente sin ningún tipo de remordimiento al día siguiente. Mientras que nosotros nos levantaremos de la cama e intentaremos descubrir, por qué no pillamos anoche.

También podemos recurrir a aquello de “más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer”. Rollo con la ex. Sinónimo de peligro, pero también, por qué no, de disfrute sin compromiso. Os conocéis bien, sabéis qué tenéis que hacer. E incluso, sabemos qué decir para que, con ayuda del alcohol, se ponga un poco “tontona”.

Para finalizar, una última esperanza a los hombres de cara a esta noche. Y es que resulta que el mundo está cambiando. Cada vez se acercan más ellas a nosotros. Aunque no lo lleguen a reconocer, esto sucede. Ahora, son ellas las que nos meten fichas.

Así, definamos nuestro role, esta noche seremos la presao el cazador...

viernes, 26 de diciembre de 2008

Y la tuya, ¿cómo se llama?

Algo que aún muchos suelen negar, es haber puesto nombre a su arma de placer. Uno habla de este tema y todos se ríen “jiji”, “jaja”, “¡Estás fatal!” “¡Cómo le vas a poner nombre al pito!”, etc. Pero aún así, vamos a dedicarle unas líneas a este debate.

Ahora bien, para elegir el nombre de nuestro pene, lo primero es elegir el sexo del mismo. Debido a que esta parte de nuestro cuerpo es tratada a veces como él, el pene, el rabo; y otras veces como ella, la polla. Así, definimos primero el sexo y luego, pensamos el nombre.

En el caso de elegir la polla, Ramona, Macarena, Penny… podrían ser nombres perfectamente válidos. Aunque en realidad, se admiten, por supuesto, cualquier tipo de nombre, desde los más comunes entre las propias personas, hasta algunos casi en desuso o de invención propia.

Todo esto de dar nombre a nuestro pene puede dar lugar a situaciones peculiares como la que sigue. Imaginaros si la ponéis de nombre María (que nadie se ofenda, por favor), y vais a comprar el pan y resulta que la señorita que os lo vende también se llama María. Nunca os habíais dado cuenta de que la panadera se llama como vuestra polla, y en ese momento, lo relacionáis, y sin venir a cuento os empezáis a partir el culo. Dependiendo del grado de confianza que tengáis con María (la panadera, que con la otra seguro que hay mucha confianza), puede preguntaros de qué os estáis riendo o pensar simplemente, que el chico al que le está vendiendo el pan, habla sólo y está loco.

Pero podemos planteárnoslo también, como una manera de erotizar algunos ratos con nuestra pareja. De esta manera, podemos llegar a conseguir que nuestra pareja le hable directamente a ella o a él, sin pasar por nosotros, quedándonos así sumergidos en el papel de tercera persona, porque quién está actuando en primera es nuestro pene. Así, nuestra pareja puede dar órdenes a nuestro pene mediante frases del tipo “Por aquí Carlitos, por aquí”.

Y otras veces podemos convertirlo en folklore si conseguimos mover los músculos del pene, de tal manera que seamos capaces de responder con esos movimientos preguntas del tipo sí o no. Ahí tendremos que jugar con el factor sorpresa. Ya que nuestra chica, le está hablando directamente a Carlitos, y si entonces lo mira y le pregunta algo del tipo “¿te ha gustado?”; él mismo puede llegar a responder sin necesidad de nuestra ayuda. Así, lo convertiremos en uno de los protagonistas de nuestros encuentros amorosos.

En definitiva, por una parte, yo trataría de dar nombres poco normales, con el fin de evitar situaciones como la de la panadera. Y por otra, tampoco está mal el empleo de diminutivos; es decir, si me llamo Paco, lo que tengo entre las piernas es, mi pequeño pero matón, Paquito.

martes, 16 de diciembre de 2008

¡Oh no! ¡Se me acabaron los condones!

¡Oh no! ¡Se me acabaron los condones!... Acaso no creéis que esto se puede llegar a convertir en una pesadilla muchas veces.

Desde luego que tiene su parte buena y su parte mala. En cuanto a la buena, hay que decir, que si se me acaban será porque los he usado, y al menos once de esos doce de la caja, habrán sido con chicas. Y el que queda, bueno, pues para “alguna de lujo”.

Pero a lo que vamos en este artículo, es que lo malo de que se le acaben a uno los preservativos, no es otra cosa que tener que volver a comprarlos. Por favor, ¿cuántos años tenemos?

Al parecer ni la edad ni la nueva mentalidad del siglo XXI nos ayudan a superar esa vergüenza que nos da llegar a la farmacia, plantarnos frente al mostrador de los profilácticos, elegir el adecuado para cada ocasión y pagarlo.

La cuestión de comprar preservativos es una cosa mucho más seria de lo que parece. No podemos entrar en la farmacia y coger la primera caja que nos encontremos y se acabó, todo por la maldita vergüenza. Cada tipo de preservativo tiene “su aquel”.

Por lo tanto, una opción para comprar estos paraguas del amor, de una forma más pausada y tranquila, consiste en ir a supermercados tipo Carrefour, Opencor… dónde no sentimos la presión de la farmacéutica observándonos y esperando a que escojamos de una vez los preservativos para cobrarnos.

Pero si tenemos una farmacia debajo de casa, y nos da mucha pereza coger el coche para ir al Carrefour que hay en mitad de la nada, existe otra posible solución para evitar estar mucho tiempo en la farmacia comprando los preservativos. Consiste en buscar en las respectivas páginas web de control y durex, mirar los tipos de preservativos que se venden en España y elaborar una clasificación (primero, segundo, tercero…) del tipo de preservativo que más nos gusta, y así, vamos a la farmacia, y si no tienen el primero de mi lista, pues cojo el segundo, etc.

Y es que amigos, siempre que uno va a una farmacia a por preservativos, resulta que la farmacia está completamente vacía. No viene nadie. Y tú ahí, la farmacéutica observándote, te empiezan a sudar las manos, la frente y en lugar de coger los preservativos cuya caja es de color morado, coges otra caja también de color morado que resulta ser un vibrador de última generación con 3 velocidades.

Bueno, y si decidís ir con un colega a comprar preservativos a la farmacia, ahí sí que la hemos liado. Primero preguntas dónde tienen los preservativos, porque ni tan siquiera eres capaz de verlos en ese momento. Además intentas aparentar que no vais juntos para que no piense cosas que no son. Pero después de que la farmacéutica te diga dónde están, ya no te quita el ojo de encima, y como estás nervioso coges una caja cualquiera y se la das para que te lo cobre. Y resulta que la farmacéutica te dice: “mira, si se lleva usted esta otra caja, con los mismos preservativos y el mismo precio, le regalan además el lubricante”. Entonces, no miréis a vuestro colega, porque os aseguro que estará por los suelos doblado de la risa. Lo mejor es agachar la cabeza, decir que sí, y llevarte lo que la señorita te haya dicho. Al fin y al cabo, ella es la farmacéutica.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Y si ellas no llegan al orgasmo… ¿qué hago?

Ya estamos otra vez con uno de los mismos temas de siempre. Claro, como todos queremos quedar como machotes todas las veces que nos acostamos con alguien, o todas las veces que nos acostamos con nuestra pareja.

Pues preocupaciones como las de: y si me voy yo antes que ella, y si no consigo excitarla lo suficiente como para que llegue al orgasmo, y si yo me voy antes, luego qué haré, y si… todo esto no son nada más que preocupaciones que nos pueden llevar a la desconcentración y acabar, incluso, en el temido gatillazo.


En primer lugar, todos los hombres quisiéramos tener un clítoris. Me explico. La cantidad de terminaciones nerviosas que tiene el clítoris de la mujer, supera entre unas 3 ó 4 veces, a las que tiene el hombre en el glande, que es, por su parte, dónde más alberga.

Dicho esto, fijaos que muchas de esas chicas con las que os acostáis tienden a intentar rozar s
u clítoris con la base de vuestro pene, o directamente se lo tocan ellas u os lo piden que se lo hagáis vosotros. Y es que, a nadie conocemos mejor que a uno mismo.

¿Por qué digo esto? Pues porque apenas entre el 20 y el 30% de las esas diosas que nos llevamos a la cama, son capaces de llegar al orgasmo exclusivamente a través de la vagina. La gran mayoría de ellas, tienen orgasmos clitoridianos. Esto evidentemente, no quiere decir que
no les guste, sino que simplemente no son capaces de llegar al climax sólo y exclusivamente con la penetración.

Comunicación, esta es una de las palabras clave. No se trata de que acabes de conocer a una chica en un bar de copas, cuatro horas después os vayáis un poco piripis a tu casa, o a la de ella, y cuando estéis desnudos y sepáis lo que toca hacer, te detengas y le preguntes “¿eres vaginal o clitoridiana?”.

No, ni el concepto es éste ni la comunicación tiene que ir siempre con palabras. Por nuestra parte, por ejemplo, se trata de intuir un poco a través de sus gestos, probar tocando suavemente los alrededores del clítoris y ver cómo reacciona. Y por parte de ella, yo creo que nos deben guiar un poco más, que no les dé vergüenza coger nuestra mano y llevarla camino de su… de su… ¡vaya! donde todos estamos pensado.

Éste es el tipo de comunicación que buscamos, una comunicación de movimientos, de gestos y reacciones que nos lleven camino de la desazón final que supone el orgasmo, y tras el cual, quedamos ambos rendidos a los pies del otro.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Petting

Con que no existe el petting, ¿eh?

Pues sí, claro que existe. Lo único que ocurre es que hoy en día sólo se tiene en la cabeza las palabras de sexo coital, sexo oral e, incluso algunos, sexo anal. Pero eso no es todo.

El petting es el sexo sin penetración. Esto no significa que nos desnudemos y dejemos nuestro miembro fálico por ahí colgando, y que por arte de magia obtengamos placer. Practicar el petting implica estimularse sexualmente a través de caricias, abrazos, besos y también, por qué no, masturbaciones mutuas.

Otra idea puede ser, por ejemplo, colocar el pene entre los labios mayores de los genitales de nuestra pareja, de tal forma que deslizándolo a través de ellos, consigamos excitar también el clítoris de ella. Esta técnica puede ayudarnos a los dos a llegar al orgasmo.

Por supuesto, si activamos mutuamente nuestras zonas erógenas, seguido después de intensos momentos de sexo oral o masturbación mutua, os prometo, que pasaréis también una tarde de lo más agradable.

De hecho, según innumerables encuestas realizadas, en las parejas se quejan, sobre todo ellas, de que el otro miembro, o sea los hombres, apenas les hacen caricias, les dan besos… vamos que “no se lo curran nada, y van a lo que van, y punto”. Pues no. Esos preliminares, esa sensualidad, ese erotismo que debe inundar nuestro nido de pasión y de lujuria. Eso, debe estar, casi siempre, presente. Y digo casi, porque bueno, los “polvos salvajes”, esos que llegas le quitas la coleta del pelo, apenas puedes quitarle el top que lleva encima, y por supuesto ni te planteas quitarle el sujetador… pues también vienen bien de vez en cuando.

En definitiva, hay muchas maneras de llegar al orgasmo en una relación sexual sin tener que recurrir al coito. Y para ver si os ha quedado más o menos claro este concepto, en esta dirección web que aquí os dejo, tenéis un pequeño juego de ocho preguntas para responder. Aunque si no fuera porque el muñeco con el pelo rosa debe ser la mujer, no me quedaría muy claro quién es quién en esos dibujos.

http://www.sexejoves.gencat.net/ics_webjove/es/petting-1.html

lunes, 8 de diciembre de 2008

Resultados de la pregunta I

A lo largo de la última semana, habéis tenido la oportunidad de probar vuestros conocimientos sobre una de las recetas antiguas que pueden mejorar vuestra propia virilidad o la de vuestra pareja.

Para aquellos que no hayan tenido tiempo de leer la pregunta, puesto que este blog no lleva mucho tiempo en pie, repito aquí la pregunta con las respuestas y los porcentajes obtenidos.

¿Con qué antigua receta se dice que se aumenta la virilidad del hombre?

Leche de camella, azúcar y zumo de pomelo --> 0%

Leche de camella y miel --> 50%

Leche de buey y jugo de la hierba india “Salacia oblonga” --> 25%

Leche de cabra con un chorrito de limón --> 25%

En el libro de El jardín perfumado, por ejemplo, podemos encontrar la respuesta a esta pregunta. Y es que este libro, antes de concluir, nos deja una serie de recetas para mejorar la virilidad del hombre, entre las que se encuentra esta peculiar mezcla de leche de camella y miel.

La verdad, aún no sé dónde podremos comprar los españoles esa leche de camella, así que me voy a poner manos a la obra a ver si la consigo encontrar. Aunque por lo que he podido averiguar hasta ahora, parecer que aún no está demasiado comercializada en Europa, con lo cual no será tarea fácil…

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El helicóptero…japonés

Existe una entramada historia acerca de la dirección de este blog, que muchos conocen y otros tantos no. Resulta que este helicóptero birmano que uno lee en la URL de la página no es otra cosa que una de las múltiples posturas que podemos hacer con nuestra pareja.

Pero este artículo no va sobre ese helicóptero birmano, sobre el que ya tendremos tiempo de hablar; sino que va sobre otro, el helicóptero japonés. Si como lo oís. Resulta que ellos también tienen su propio helicóptero, el cual requiere una buena forma física. Y es que cuando alguien dijo, “el sexo es mi gimnasio”, no debía estar tan equivocado viendo cosas como estas. Aquí os dejo dos vídeos bastante explícitos de la técnica, y aunque el segundo dure poco tiempo, se aprecia en él claramente el movimiento que tiene que realizar el hombre.

Desde aquí, yo os animo a que lo intentéis.




lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Orgasmo, eyaculación o ambos?

Muchos de nosotros mientas estamos con nuestra pareja febrilmente en la cama, pensamos después de los cinco o seis primeros minutos: “¡Dios, quiero correrme ya!”. Esto sucede porque, por lo general, la experiencia que nos supone eyacular, es tan intensa que eclipsa la experiencia que nos proporciona el orgasmo, haciendo que no podamos distinguir entre ambas.


La eyaculación no es más que un simple reflejo que ocurre en la base de la columna y da como resultado la expulsión del semen. Aunque en ella se distinguen dos fases: la contráctil, en la que la próstata se contrae y vacía el semen en la uretra, y la fase de expulsión, en la que el semen es expulsado por la uretra fuera del pene.


Por su parte, estudios recientes han demostrado que el orgasmo es fundamentalmente cosa del cerebro; puesto que se ha logrado, mediante la estimulación a través de electrodos de ciertas zonas cerebrales, producir un placer sexual equivalente al producido por la estimulación física. Pero el orgasmo, también influye en nuestro cuerpo, provocando efectos tales como contracciones involuntarias del esfínter anal, aumento del ritmo respiratorio y cardíaco, y una elevación de la presión sanguínea.


En Oriente, los taoístas (antiguos médicos chinos preocupados tanto por el bienestar físico como por la satisfacción sexual) han sabido desde hace mucho tiempo que el orgasmo afecta a todo el cuerpo y, por ello, desarrollaron técnicas para extender el placer orgásmico. De hecho, en uno de los muchos escritos de estas teorías nos podemos encontrar con la siguiente sentencia: “Muchos hombres se quedan fríos ante la idea de un orgasmo sin eyaculación porque llevan mucho tiempo, a veces décadas, viviendo el sexo con eyaculación. Lo primero que tienen que hacer es desmitificar ésta, ya que no es más que un espasmo muscular involuntario”.


Hermanos, tenemos que probar algún día esto de separar el orgasmo de la eyaculación, porque imaginaros como será el poder f…. tantas veces seguidas como uno quiera, teniendo la misma sensación que cuando eyaculamos (que ahora coincide más o menos con cuando tenemos el orgasmo), pero sin eyacular y, por tanto, sin que nuestro, y también de ellas, juguete decaiga en calor y dureza.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Un poco de purismo: Principios del Kama Sutra

Desde la antigüedad, la creencia hindú nos ha enseñado que hay tres objetivos en la vida: lo primero es Dharma, la obediencia al mandato sagrado; el segundo es Artha, la adquisición de riquezas; el tercero es Kama el disfrute de los placeres sexuales.


El Kama Sutra de Vatsyayana, que data posiblemente del año 300 d. C., es una guía para alcanzar el Kama. El título se traduce como las normas o principios del deseo, el amor y el placer sensual. La práctica del Kama ayuda a encontrar nuevas técnicas para conocer de verdad el cuerpo de nuestra pareja, armonizándonos con ella en el arte de conseguir el mayor placer sensual posible.


Así, el Kama Sutra te guía desde las simples caricias, hasta lo que antiguamente se llamaba Congreso, el propio acto sexual. Según el Kama Sutra, el placer sexual va más allá del acto sexual. De hecho, enseña que los recién casados deben abstenerse de tener relaciones sexuales durante los primeros 10 días, tiempo que se debe pasar ganando la confianza de la chica. De este modo, el Kama Sutra instruye al hombre para ser amable, agradable, amante y fiel a su esposa.

martes, 25 de noviembre de 2008

¿De qué va este blog?

¡Hola a todos!
Al fin, comienzo con "el Blog de Pres"...

¿Qué es?
El blog de Pres.
¿De qué os va a servir leerlo?
No lo sé...
¿De qué voy a hablar en él?
Sí, de sexo, sexología, sexualidad... llamarlo como queráis, pero os hablaré fundamentalmente de eso.
¿Os interesa?

Pues habrá anécdotas y cosas serias. Experimentos de lo más variopinto. También habrá tiempo para posturas, masajes, caricias... y nuestro querido bondage. Y bueno, todo aquello que se me vaya ocurriendo sobre la marcha, además de responder a vuestros comentarios.

Sin más, un saludo y hasta pronto.